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Un estudio suizo descubrió que luego de recibir una vacuna de refuerzo contra el COVID-19, menos del 3% de las personas presentaron un ligero y breve aumento en los niveles de la sangre de una proteína que puede ser un marcador de lesión cardiaca. Ninguno de los participantes del estudio sufrió lesiones cardiacas graves y otros expertos aseguran que es improbable que los hallazgos sean clínicamente significativos. Sin embargo, publicaciones virales tergiversan los resultados para afirmar falsamente que el estudio muestra que el riesgo de las vacunas es “inmenso”.
Historia completa
Numerosos estudios han mostrado que las vacunas de ARNm contra el COVID-19 son seguras y efectivas en la protección contra la enfermedad grave y la muerte. Si bien la miocarditis y la pericarditis, o la inflamación del músculo del corazón y del tejido que lo rodea, han sido identificadas como efectos secundarios graves poco frecuentes, los beneficios de las vacunas de ARNm contra el COVID-19 siguen siendo superiores a los riesgos en todos los grupos de edad.
La miocarditis es una afección potencialmente grave que puede ser desencadenada por una infección viral, incluida una infección por el coronavirus, o SARS-CoV-2. Como hemos escrito, los estudios han mostrado que aunque tanto las vacunas como el COVID-19 pueden causar miocarditis, en general el riesgo asociado al COVID-19 es mayor. La miocarditis asociada a la vacunación es poco frecuente, ocurre con mayor frecuencia en varones jóvenes después de una segunda dosis, y suele ser leve y resolverse rápidamente.
Una revisión de estudios sobre el tema publicado en mayo en Circulation Research, una revista de la Asociación Estadounidense del Corazón, descubrió que en personas de 12 años de edad o mayores, la frecuencia de miocarditis tras dos dosis de las vacunas de Pfizer/BioNTech y de Moderna se estima en 3,5 casos por 100.000 personas; y en 1,9 por cada 100.000 personas en los mayores de 16 años.
Pero publicaciones virales en las redes sociales, incluida una del cirujano general de Florida Joseph Ladapo, tergiversan un estudio publicado recientemente por investigadores suizos para decir que prueba que las vacunas de ARNm son demasiado riesgosas.
“Dos jugadores de baloncesto de USC sufrieron un paro cardiaco el año pasado y ambos casi ciertamente fueron forzados o engañados para recibir una vacuna que nunca ha demostrado beneficiar significativamente a personas jóvenes y sanas, pero que ha definitivamente demostrado causar lesiones cardiacas”, dijo Ladapo en X, antes conocido como Twitter, el 27 de julio. “Los datos de Florida y un nuevo estudio suizo lo demuestran”, agregó, añadiendo un enlace al estudio y refiriéndose a un análisis defectuoso de Florida del cual ya hemos escrito anteriormente.
No hay pruebas que sugieran que los paros cardiacos sufridos por los jugadores de baloncesto de la Universidad de Southern California Vince Iwuchukwu, en julio de 2022, y Bronny James, el hijo de LeBron James, en julio de 2023, fueron causados por las vacunas.
John Campbell, un educador de enfermería del Reino Unido que frecuentemente difunde desinformación en su canal de YouTube, dijo que el riesgo mostrado por el estudio suizo era “inmenso”. “La única manera de que usted asuma ese tipo de riesgo en la atención médica es si la alternativa fuera la muerte segura”, dijo en un video que tenía más de un millón de visitas.
Un usuario de Instagram publicó un pantallazo de un titular del sitio conservador de noticias Gateway Pundit que dice: “Pinchazo de la muerte: Informe reciente revisado por pares encuentra que 1 de cada 35 personas que reciben la vacuna contra el COVID-19 de Moderna tiene señales de daño al corazón”.
Pero esas afirmaciones distorsionan un estudio publicado en julio por investigadores del Hospital Universitario de Basilea en el European Journal of Heart Failure. Este encontró niveles leves y transitorios de una proteína que puede ser un marcador de lesión cardiaca, pero ningún caso de miocarditis u otros acontecimientos cardiacos graves, entre 777 trabajadores del hospital que recibieron un refuerzo de la vacuna de ARNm contra el COVID-19 de Moderna.
“Ningún paciente tuvo cambios en el electrocardiograma, y ninguno desarrolló eventos cardiacos importantes en los 30 días siguientes”, dice el resumen del estudio. “No se encontró ningún caso definitivo de miocarditis”, dice el estudio, aunque hubo dos casos probables.
El estudio midió los niveles de troponina cardiaca en los voluntarios tres días después de recibir un refuerzo de Moderna. La troponina cardiaca es una proteína que existe al interior de las células del músculo cardiaco. Usualmente, solo pequeñas cantidades de estas circulan en la sangre. Pero cuando las células del músculo cardiaco se lesionan, más troponina se libera a la sangre.
Los investigadores de la Universidad de Basilea querían saber si las lesiones miocárdicas tras la vacunación eran más frecuentes de lo que se ha informado, si proactivamente buscaban indicadores de posibles lesiones, en vez de depender de la vigilancia pasiva que la mayor parte del tiempo identifica casos de miocarditis que requieren hospitalización. Para hacerlo, midieron la troponina cardiaca T de alta sensibilidad, usando una prueba que puede detectar niveles muy pequeños de troponina que generalmente no son detectados en las pruebas regulares.
Los resultados mostraron una presencia pequeña y temporal de troponina por encima de la media en 22 de 777 empleados del hospital, o cerca de uno en cada 35 personas. Estas personas no informaron más síntomas que aquellos que no tuvieron niveles elevados de troponina. La edad media de los participantes en que la troponina fue identificada fue de 46 años, y 20 de los 22 casos ocurrieron en mujeres. Los niveles de troponina disminuyeron en todos los pacientes, excepto uno, en una visita de seguimiento.
“Estos aumentos de la troponina cardiaca no son clínicamente significativos y no se asociarían a ningún efecto cuantificable en el corazón mediante imágenes”, nos dijo en un correo electrónico el Dr. Nicholas Mills, profesor de cardiología de la Universidad de Edimburgo que estudia la troponina.
“Es probable que la conclusión principal, que si usted busca con mucho esfuerzo pequeñas cantidades de lesiones tras la vacunación las podrá encontrar, sea cierta”, dijo a Lead Stories el Dr. James de Lemos, cardiólogo en UT Southwestern Medical Center en Dallas. Pero, agregó, los resultados han sido “exagerados” y los niveles de troponina encontrados son “triviales”.
“No es probable que estos pequeños aumentos de troponina sean de importancia clínica”, dijo.
Mills explico que un aumento en la troponina no siempre indica una lesión consecuente; también se produce en personas sanas después de hacer ejercicio, “donde no se cree que haya ninguna consecuencia fisiopatológica”, dijo, mostrándonos un estudio de 2008 publicado en el Journal of the American College of Cardiology. También dijo que el hecho de que el estudio mostrará mayores niveles de troponina en mujeres, contrariamente a las pruebas existentes sobre miocarditis asociada a las vacunas, “es contraintuitivo y sugiere que el aumento en la troponina sea menos probablemente una consecuencia de una miocarditis subclínica”.
Mills, que ha colaborado con los investigadores de la Universidad de Basilea pero no tuvo participación en este estudio, dijo que los resultados “ameritan más investigación”. Pero el estudio tuvo una limitación importante, dijo, dado que no midió los niveles de troponina antes de la vacunación y los intentos de los investigadores para contrarrestar esta limitación no fueron adecuados.
“Por lo tanto, no es posible determinar si el aumento en la troponina fue una consecuencia de la vacunación o se produjo en esas cantidades en esa población antes de la vacunación”, dijo.
Lo que estudio suizo dice realmente
Según los autores, los hallazgos confirman su hipótesis. “La elevación de los marcadores de lesión miocárdica asociada a la vacunación con un refuerzo de mRNA-1273 [Moderna] se produjo en aproximadamente una de cada 35 personas (2,8%), una incidencia mayor que la estimada en los metaanálisis de casos hospitalizados con miocarditis (incidencia estimada 0,0035%) después de la segunda vacunación”, dice el estudio.
Sin embargo, eso no significa que las vacunas sean perjudiciales o que deban evitarse.
“Todos los casos fueron leves, con solo un periodo leve y transitorio de lesión miocárdica”, dice el estudio. “El COVID-19 se asocia a un riesgo sustancialmente mayor de miocarditis que la vacunación con ARNm, y la miocarditis relacionada con la infección del COVID-19 ha mostrado mayor mortalidad que la miocarditis relacionada con la vacunación con ARNm”, el estudio agrega.
El Dr. Christian Mueller, director del Instituto de Investigación Cardiovascular de Basilea y autor principal del estudio, nos dijo en un correo electrónico que a pesar de que su estudio encontró marcadores de “células miocárdicas gravemente lesionadas”, los resultados deben considerarse tomando en cuenta “todos los beneficios de la vacunación”. Para hacerlo, “necesitaríamos saber la prevalencia y el alcance de la lesión miocárdica tras una infección con COVID-19 con la cepa circulando en ese momento y la (posible) reducción en la probabilidad de que la gente se infecte o/y se enferme por la infección”, dijo.
Además, los autores explican que a pesar de que se desconocen las consecuencias a largo plazo del pequeño y temporal aumento en la troponina que observaron, “se pueden esperar buenos resultados a largo plazo”.
Como dijimos, Mills y de Lemos dijeron que no era probable que los niveles de troponina fueran clínicamente significativos.
En una entrevista publicada en noviembre de 2022 en la página web de la Universidad de Basilea, Mueller explicó que el marcador que utilizaron es “extremadamente sensible” y enfatizó que el daño al músculo cardiaco es leve. Y agregó que la gente no debiera mostrarse escéptica sobre la vacunación con ARNm basándose en estos resultados. “La tecnología de la vacunación de ARNm es un avance fantástico … Las vacunas han salvado millones de vidas”, dijo. Pero afirmó que los hallazgos podrían ayudar a mejorar la vacunación en el futuro.
Un portavoz de Moderna nos dijo que la compañía tiene una “sólida función de farmacovigilancia” y se asegura que todos los eventos adversos sean informados a las autoridades reguladoras.
“[La vacuna] mRNA-1273 ha sido administrada a cientos de millones de personas en todo el mundo y ha mostrado reducir las enfermedades graves, las hospitalizaciones y las muertes causadas por el COVID-19. Las agencias reguladoras en todo el mundo han declarado que los beneficios de las vacunas contra el COVID-19 de ARNm superan significativamente los riesgos en todos los grupos de edad”, nos dijo en un correo electrónico Luke Mircea-Willats, director sénior de relaciones públicas y comunicaciones de Moderna.
Traducido por Catalina Jaramillo.
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