Compendio SciCheck
Las autoridades tailandesas atribuyeron el colapso de la hija mayor del rey en diciembre a una infección bacteriana, no a la vacuna contra el COVID-19, como algunos han afirmado infundadamente en internet. Los rumores sobre la prohibición de las vacunas de Pfizer son también “noticias falsas”, dijeron las autoridades.
Historia completa
La princesa tailandesa Bajrakitiyabha, la mayor de los hijos del rey y posible heredera al trono, sufrió un colapso el 14 de diciembre mientras entrenaba a sus perros para una competición. El 7 de enero, un comunicado del palacio informó que la princesa, de 44 años, había entrado en un coma debido a una arritmia grave, o latido irregular del corazón, causada por una inflamación cardiaca tras una infección por micoplasma.
El micoplasma es un tipo de bacteria que suele afectar a los pulmones, la piel o las vías urinarias, dependiendo de la especie responsable de la infección. La mayoría de las infecciones son leves, pero algunas pueden ser graves e incluso mortales. El Mycoplasma pneumoniae, por ejemplo, es una causa común de neumonía, pero en casos poco frecuentes puede extenderse a otras partes del cuerpo, incluido el corazón. Dado que estas bacterias no tienen paredes celulares, como la mayoría de las bacterias, algunos antibióticos no funcionan contra ellas.
La Oficina de la Casa Real ha emitido tres comunicados sobre la princesa Bajrakitiyabha desde su colapso. En el más reciente, de hace más de un mes, las autoridades afirmaron que la princesa seguía inconsciente y que estaba recibiendo antibióticos y asistencia cardíaca, pulmonar y renal.
A pesar de que no se menciona la vacuna contra el COVID-19, artículos en línea y publicaciones en las redes sociales han afirmado sin fundamento que la afección de la princesa fue causada por una vacuna contra el COVID-19 y que las autoridades tailandesas iban a prohibir las vacunas de Pfizer.
“Tailandia prohibirá la vacuna de Pfizer después de que una princesa tailandesa cayera en coma tras recibir una dosis de refuerzo”, dijo un titular de un dudoso sitio web el 5 de febrero.
Las afirmaciones proceden de una entrevista, ampliamente compartida en internet por activistas antivacunas, con un microbiólogo tailandés-alemán jubilado llamado Sucharit Bhakdi. Bhakdi, que ya había difundido información errónea sobre el COVID-19 y las vacunas, afirmó sin pruebas que la princesa se desmayó 23 días después de una dosis de refuerzo. También dijo, incorrectamente, que una infección bacteriana “nunca causaría lo que ella está sufriendo”, y calificó el diagnóstico de “muy ridículo”.
A la media hora de la entrevista, Bhakdi dijo que la vacuna era “mortal” y sugirió que Tailandia iba a cancelar su contrato de vacunas con Pfizer/BioNTech.
Estas afirmaciones carecen de fundamento. La vacuna de Pfizer/BioNTech ha demostrado ser extraordinariamente segura, tanto en ensayos clínicos como en estudios de vigilancia de la seguridad posteriores. La familia real no ha hecho público el estado vacunal de la princesa, y no hay pruebas de que recibiera una dosis de refuerzo antes de caer en coma. Las afirmaciones también han sido verificadas por Associated Press, Snopes y Lead Stories.
El Departamento de Control de Enfermedades de Tailandia desmintió públicamente la afirmación de que el país ya no ofrecería la vacuna de Pfizer/BioNTech en una publicación en Facebook el 2 de febrero, que incluía una captura de pantalla de la entrevista de Bhakdi con la advertencia: “NOTICIAS FALSAS ¡NO COMPARTIR!”.
“El Departamento de Control de Enfermedades, el Ministerio de Salud, ha comprobado los hechos y ha encontrado que el problema es información falsa. Se solicita al público que no se deje engañar y pide colaboración para no enviar o compartir dicha información en varios canales de redes sociales.”, informa el aviso, según una traducción de Facebook.
Un representante de Pfizer nos dijo en un comunicado que las autoridades sanitarias de Tailandia siguen “recomendando el uso de la vacuna contra el COVID-19 de Pfizer-BioNTech para todas las edades e indicaciones autorizadas”.
“Con cientos de millones de dosis de la vacuna bivalente de Pfizer-BioNTech contra el COVID-19 original y adaptada a las variantes ómicron BA.4/BA.5 administradas en todo el mundo, el perfil riesgo-beneficio de nuestras vacunas sigue siendo positivo para todas las indicaciones y grupos de edad autorizados”, añadió la compañía.
Bhakdi dijo a la Associated Press en un artículo publicado el 7 de febrero que algunas afirmaciones en línea habían sido exageradas, pero que había hablado con los “asesores de más alto rango del gobierno y de la Familia Real” sobre la finalización del contrato de Pfizer y que esperaba que “habrá cosas que informar en unas 2 semanas”.
Sin embargo, un funcionario del Instituto Nacional de Vacunas de Tailandia confirmó a la Associated Press que el país no tenía previsto rescindir ningún contrato de la vacuna contra el COVID-19.
“No hay órdenes de detener o ralentizar el uso o reconsiderar su uso”, dijo el funcionario sobre la vacuna de Pfizer/BioNTech. “Seguimos avanzando y utilizándola”.
Dado que las vacunas contra el COVID-19 no contienen bacterias, no hay motivos para pensar que las vacunas pueden causar infecciones por micoplasma ni indicios de que la vacunación pueda hacer a alguien más susceptible a ellas. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) no han informado de ninguna asociación entre las infecciones por micoplasma y las vacunas contra el COVID-19.
El Dr. Peter J. Hotez, decano de la Escuela Nacional de Medicina Tropical del Baylor College of Medicine de Houston, Texas, nos dijo que tampoco tiene conocimiento de ninguna asociación.
“No existe ninguna relación entre la vacuna contra el COVID y las infecciones por micoplasma”, nos dijo en un correo electrónico el Dr. Amesh Adalja, experto en enfermedades infecciosas y académico del Centro Johns Hopkins para la Seguridad Sanitaria. “No obstante, el micoplasma es una causa muy bien establecida de infección cardiaca. Puede causar miocarditis y pericarditis”, añadió, refiriéndose a la inflamación del músculo cardiaco y el tejido circundante.
Contrariamente a los comentarios de Bhakdi, las infecciones por micoplasma pueden ser graves y potencialmente mortales, aunque es raro. Según un estudio de 2018, además de los síntomas pulmonares, las infecciones por Mycoplasma pneumoniae también pueden afectar a otros órganos, como el corazón. “Los síntomas cardíacos son poco comunes”, dice el estudio, pero pueden incluir inflamación cardíaca y arritmias.
Existen pruebas de que la vacuna contra el COVID-19 de Pfizer/BioNTech puede causar miocarditis y pericarditis en raras ocasiones. Pero la mayoría de esos casos poco comunes se dan en varones jóvenes, tras una segunda dosis. Las afecciones también pueden producirse con el COVID-19, y las pruebas sugieren que esos casos son más graves. Hasta la fecha, los beneficios de la vacuna superan los riesgos en todas las poblaciones.
Hay informes de pacientes coinfectados con el COVID-19 y el Mycoplasma pneumoniae, aunque es raro y aún se desconoce el impacto en la gravedad de tener ambas enfermedades al mismo tiempo.
El rey y la reina de Tailandia tuvieron un resultado positivo para el COVID-19 el 17 de diciembre, tres días después de que su hija sufriera un colapso, pero no hay información pública sobre el estado de la princesa respecto al COVID-19.
Autor: Catalina Jaramillo
Traducido por Claudia Cohen.
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