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Los miembros de la Organización Mundial de la Salud están en proceso de desarrollar un nuevo acuerdo para prevenir, prepararse y responder a las pandemias. Un borrador preliminar presentado en febrero reafirma el derecho soberano de las naciones para hacer sus propias políticas de salud durante pandemias globales, al contrario de lo que se afirma falsamente en línea. 


Historia completa

Un organismo de negociación intergubernamental formado por los estados miembros de la Organización Mundial de la Salud se reunió la semana pasada para continuar las discusiones sobre un nuevo acuerdo para pandemias. 

SciCheck: Factchecking Science-Based Claims

Los miembros de la OMS reconocieron la necesidad de lo que la organización llamó “un nuevo tratado internacional para la preparación y respuesta ante una pandemia” en 2021, aunque aún está por verse si el acuerdo será formalmente un tratado, que requiere aprobación del Senado. En un borrador preliminar presentado por la OMS el 1 de febrero, los miembros reconocieron el “catastrófico fracaso de la comunidad internacional en mostrar solidaridad y equidad en la respuesta a la pandemia de la enfermedad del coronavirus (COVID-19)”. 

El borrador preliminar, de 32 páginas, propone mecanismos para prevenir y prepararse para futuras pandemias, garantizando al mismo tiempo una respuesta más coordinada y un acceso equitativo a vacunas, tratamientos y diagnósticos. El borrador, que es una versión preliminar para comenzar las negociaciones, reafirma explícitamente el derecho soberano de cada nación al “abordar cuestiones de salud pública” y será discutido por más de un año. Se espera que haya un primer borrador en junio. 

“Esta es una oportunidad única en una generación para corregir algunas de las grandes flaquezas que vimos durante el COVID-19”, dijo a la revista NatureSuerie Moon, codirectora del Centro de Salud Global del Instituto de Graduados de Ginebra en Suiza. Podría “marcar una tremenda diferencia para la próxima pandemia”, agregó. 

Como explicamos en 2022, la OMS no tiene autoridad para dictar políticas de salud en EE. UU. o para interferir en la soberanía de ninguna nación. Ni el acuerdo ni reformas propuestas al acuerdo legalmente vinculante que define los derechos y obligaciones de los países durante emergencias sanitarias, conocido como Reglamento Sanitario Internacional, le darían a la OMS control sobre cómo EE. UU. decide sus políticas de salud internas. 

Sin embargo, una vez más, algunos conservadores afirman falsamente que eso es lo que el acuerdo hará, dando al mismo tiempo la impresión equivocada de que está a punto de ratificarse. 

Un artículo muy compartido del Epoch Times, un medio conservador propiedad de un grupo religioso chino, afirma falsamente que el gobierno de Joe Biden “se está preparando para firmar” a EE. UU. en un acuerdo que “daría a la agencia de salud de las Naciones Unidas con base en Ginebra la autoridad para dictar políticas de EE. UU. durante una pandemia”.

El Gateway Pundit, otro sitio de noticias conservador, toma el artículo del Epoch Times y lo lleva más allá en un artículo titulado: “FIN DE LA SOBERANÍA ESTADOUNIDENSE: El régimen de Biden negocia un acuerdo ‘legalmente vinculante’ para darle a la Organización Mundial de la Salud respaldad por China autoridad total sobre las políticas de EE. UU. sobre pandemias – Sin necesidad de aprobación del Senado”. 

Las acusaciones falsas también se está difundiendo en las redes sociales. Según una publicación incorrecta en Instagram, “194 países, todos los estados miembros de la ONU, cederían su soberanía sobre atención médica a la Organización Mundial de la Salud”, que fue lo que dijo la excongresista republicana Michele Bachmann en un programa cristiano y conservador publicado el 20 de febrero. Otro video viral publicado en YouTube afirma falsamente: “ÚLTIMA HORA: EE. UU. firmará su soberanía a la OMS”. 

Lawrence O. Gostin, profesor de derecho sanitario internacional en la Universidad de Georgetown, nos dijo que todas estas afirmaciones son “completamente falsas e infundadas”. 

Gostin, que es parte del comité que revisa el Reglamento Sanitario Internacional y está involucrado en la redacción del acuerdo, nos dijo que la OMS puede brindar orientación, recomendaciones y asesoría técnica a los países miembros. Pero estos, dijo, mantienen “todo su derecho soberano para hacer sus propias políticas internas de salud, que van desde tratamientos a los mandatos y confinamientos masivos y todo lo demás”. 

Además, el acuerdo está lejos de ser ratificado. El Órgano de Negociación Intergubernamental se reunió desde el 27 de febrero al 3 de marzo para discutir el borrador preliminar por primera vez. Expertos han dicho que es altamente probable que el borrador pase por varias modificaciones antes de alcanzar la versión final. El objetivo es presentar un borrador final a la Asamblea Mundial de la Salud en mayo de 2024. 

La tercera reunión del Órgano de Negociación Intergubernamental en la sede de la Organización Mundial de la Salud en Ginebra, el 5 de diciembre de 2022. Foto de Christopher Black/OMS.

Gostin nos dijo en una entrevista que no hay indicios en este momento que EE. UU. lo firme. Y agregó que probablemente necesitará aprobación del Senado. 

Un portavoz del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. confirmó que las afirmaciones que se difunden en internet no tienen fundamento. 

“Es falso afirmar que la Organización Mundial de la Salud tiene ahora, o va a tener por virtud de estas actividades, cualquier autoridad para dirigir las políticas de salud de EE. UU. o las acciones nacionales de respuesta en emergencias de salud”, dijo la agencia en un comunicado, y agregó que “las acciones a nivel nacional permanecerán reservadas a los estados soberanos, incluido Estados Unidos”. 

Aunque aún no se ha decidido la naturaleza legal del acuerdo, el borrador preliminar estipula que “debe ser legalmente vinculante y contener tanto elementos legalmente vinculantes como no vinculantes”. Pero, como ya dijimos, esto no significa que los estados miembros no puedan tomas sus propias decisiones. 

El borrador, que tiene 38 artículos y ocho capítulos, comienza “[r]eafirmando el principio de la soberanía de los Estados Partes al abordar cuestiones de salud pública, en particular la prevención, preparación, respuesta y recuperación de los sistemas de salud frente a pandemias”, (énfasis es del texto original). 

El borrador también define la soberanía como uno de los principios rectores y derechos. 

“De conformidad con la Carta de las Naciones Unidas y los principios del derecho internacional, los Estados tienen el derecho soberano de determinar y gestionar su enfoque en materia de salud pública, en particular la prevención, preparación, respuesta y recuperación de sus sistemas de salud frente a pandemias, de conformidad con lo dispuesto en sus propias políticas y leyes, a condición de que las actividades que se lleven a cabo en su jurisdicción o bajo su control no causen daños a sus pueblos ni a otros países. La soberanía también abarca los derechos de los Estados respecto de sus recursos biológicos”, dice el artículo 4 del borrador preliminar. 

El texto, como se presenta actualmente, establece lo que los miembros “deberían”, “deberán” o se “alienta” que hagan en casos de una emergencia de salud. Esa es la norma en cualquier tratado internacional, nos dijo Gostin. Los mandatos, dijo, tienen que ver con obligaciones internacionales, tales como notificar brotes, pero no con políticas internas. Y no existen mecanismos que permitan obligar a los países a seguir lo recomendado por la OMS, por lo que muchos críticos han dicho que las reglas carecen de fuerza. 

“El precursor de este borrador, el borrador preliminar conceptual, proporciona ideas importantes, incluso sobre equidad, derechos de propiedad intelectual y distribución de beneficios. Sin embargo, contiene poco sobre responsabilizar a los países por las obligaciones que firman, sugiriendo, en cambio, que el órgano negociador del acuerdo debiera acordar medidas de rendición de cuentas después que el acuerdo se implemente”, escribieron analistas de políticas de salud en una carta publicada en The Lancet. 

Énfasis en equidad y cooperación

Uno de los principales enfoques del borrador preliminar es una distribución más equitativa de productos relacionados con la pandemia, tales como vacunas, terapias y diagnósticos. 

Propone crear una red mundial de cadena de suministro y logística en pandemias de la OMS en respuesta a la necesidad de una red mundial de suministro y logística más “adecuada, equitativa, transparente, robusta, ágil, efectiva y diversa”.

La red, por ejemplo, determinaría la demanda y crearía un suministro confiable de productos relacionados con la pandemia, así como también desarrollaría formas de garantizar una distribución equitativa. Entre otras cosas, el borrador alienta a las naciones a promover e incentivar la transferencia de tecnología y conocimientos para la producción de estos productos a “fabricantes capaces” en los países en desarrollo.

 Durante una pandemia, las medidas incluyen apoyar renuncias temporales de los derechos de propiedad intelectual para acelerar o ampliar la fabricación de productos, como las vacunas. Y alentar a los titulares de patentes, especialmente a los fabricantes que reciben fondos públicos, a renunciar al pago de regalías. 

El borrador preliminar también establece que los miembros “establecerán” un mecanismo global de compensación por lesiones resultantes de las vacunas.

Además, el borrador preliminar propone crear un sistema de acceso a patógenos y distribución de beneficios de la OMS, un “sistema multilateral, justo, equitativo y oportuno” de compartir patógenos y secuencias genómicas de “manera rápida, sistemática y oportuna”. Los beneficios de este acceso deben ser compartidos, según el borrador. Una de las opciones para hacerlo sería darle a la OMS “acceso en tiempo real” a 20% de la fabricación de productos relacionados con la pandemia para que pueda distribuirlos a los países más pobres, el 10% de ellos como donación y el otro 10% a precios asequibles. 

Algunos de los otros capítulos sugieren medidas para fortalecer y sostener los sistemas de salud, particularmente en los países en desarrollo, y para promover la coordinación, la colaboración y la cooperación. El artículo 17, por ejemplo, estipula que los países miembros deben fortalecer la alfabetización sobre salud pública y pandemias y “abordar la información falsa, engañosa o errónea”.

Todas estas medidas fueron discutidas durante la cuarta reunión del Órgano de Negociación Intergubernamental. En la sesión de apertura del 27 de febrero, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, dijo que aunque existen divisiones en algunos temas, las negociaciones deben centrarse en abordar las brechas destacadas por la pandemia de COVID-19.

“Este acuerdo sobre pandemias debe tener todas las lecciones que hemos aprendido de esta pandemia. Porque el indicador clave debe ser que no debemos volver a repetir el mismo error”, dijo en sus palabras de apertura, y agregó que repetirlas sería “imperdonable”.


Autor: Catalina Jaramillo

Traducido por Catalina Jaramillo.

Nota del editor: Los artículos de SciCheck que corrigen información errónea sobre temas de salud se publican gracias a una beca de la Robert Wood Johnson Foundation. La fundación no tiene control alguno sobre las decisiones editoriales de FactCheck.org, y los puntos de vista expresados en nuestros artículos no reflejan necesariamente el punto de vista de la fundación.