LONDON, ENGLAND - JANUARY 07: Vials of the AstraZeneca COVID-19 vaccine are seen at the Sir Ludwig Guttmann Building on January 07, 2021 in London, England. The UK aims to vaccinate all over-70s, front-line health workers, and the most clinically vulnerable by mid February, when its current lockdown rules will be reviewed. That would require around 13 million covid-19 vaccinations. As of Tuesday, the country had vaccinated more than 1.3 million people. (Photo by Leon Neal/Getty Images)

By Catalina Jaramillo

Compendio SciCheck

A principios de 2021 se identificó e informó de un riesgo poco común de coágulos sanguíneos peligrosos asociados con la vacuna contra el COVID-19 de AstraZeneca. Este mes, la compañía anunció que retiraría la vacuna del mercado en todo el mundo, citando una disminución en la demanda. Publicaciones en las redes sociales vincularon engañosamente la decisión con el hecho de que la compañía había “admitido” el raro efecto secundario “por primera vez” en documentos judiciales y lo utilizó para desacreditar a todas las vacunas. 


Historia completa

La asociación entre la vacuna contra el COVID-19 de AstraZeneca y una rara y peligrosa afección de coagulación sanguínea combinada con niveles bajos de plaquetas se conoce desde hace más de tres años. La condición se conoce generalmente como síndrome de trombosis con trombocitopenia (TTS, por sus siglas en inglés) y como trombocitopenia trombótica inducida por vacunas (VITT, por sus siglas en inglés) cuando implica una asociación con las vacunas.

La Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés), que regula las vacunas en la Unión Europea, advirtió por primera vez sobre el posible vínculo entre la vacuna y “casos muy raros de coágulos sanguíneos asociados con trombocitopenia, es decir, niveles bajos de plaquetas en sangre” el 18 de marzo de 2021. En una declaración emitida ese mismo día, la compañía farmacéutica reconoció el hallazgo y dijo que “reconoce e implementará” las recomendaciones de la EMA, incluida la actualización de la información del producto para advertir sobre los casos reportados.

Unas semanas más tarde, en abril de 2021, la EMA concluyó que los inusuales coágulos de sangre “deberían incluirse como efectos secundarios muy raros” de la vacuna. El TTS está incluido en la sección “posibles efectos adversos” del prospecto para usuarios de Vaxzevria (página 31), una de las marcas de la vacuna junto con Covishield. El TTS también figura en el prospecto del producto de Covishield en la sección “advertencias especiales”, como efecto secundario en la hoja informativa para los destinatarios desde al menos agosto de 2021, y como posible reacción adversa en una página de preguntas frecuentes de su fabricante que se actualizó el 5 de julio de 2021.

En septiembre de 2021, el Servicio Nacional de Salud de Inglaterra informó que la “rara condición” afectaba aproximadamente a 1 de cada 50.000 receptores de la vacuna contra el COVID-19 AstraZeneca menores de 50 años y a 1 de cada 100.000 receptores mayores de 50 años. Entre mayo de 2021 y mayo de 2022, se notificaron 443 casos de TTS tras la vacunación en el Reino Unido; 81 de ellos fueron fatales. (En julio de 2021, la vacuna también se vinculó con casos raros de síndrome de Guillain-Barré, un trastorno neurológico que provoca debilidad muscular y, en ocasiones, parálisis. La Organización Mundial de la Salud dijo que la mayoría de las personas se recuperan por completo). 

La vacuna nunca se utilizó en Estados Unidos fuera de ensayos clínicos, ya que AstraZeneca decidió no presentar la solicitud de aprobación. Pero la vacuna fue ampliamente utilizada en el resto del mundo, especialmente durante 2021. 

En marzo, la Comisión Europea retiró la autorización de AstraZeneca para comercializar su vacuna contra el COVID-19 en la Unión Europea, a petición de la empresa, y el 7 de mayo, la empresa anunció que retiraría la vacuna del mercado a nivel mundial. Publicaciones en las redes sociales presentaron engañosamente la reciente decisión de la compañía como si fuese una consecuencia de haber “admitido” la rara condición TTS “por primera vez” en documentos judiciales, como parte de una demanda en el Reino Unido. La narrativa también se compartió en español.

AstraZeneca dijo que la decisión se basó en una disminución de la demanda. Otros fabricantes de vacunas contra el COVID-19 habían desarrollado nuevas versiones para atacar variantes del virus que causa el COVID-19. “Dado que desde entonces se han desarrollado múltiples variantes de vacunas contra el COVID-19, hay un excedente de vacunas actualizadas disponibles”, dijo la compañía en un comunicado que nos envió.

“AstraZeneca finalmente RETIRÓ la vacuna Covid en todo el mundo, meses después de que el gigante farmacéutico admitiera por primera vez en documentos judiciales que puede causar ‘un efecto secundario raro y peligroso’. Nunca olvides cómo cancelaron a cualquiera que cuestionara su seguridad”, se lee en una publicación viral compartida en las plataformas de redes sociales.

El sitio web de noticias del Reino Unido, The Telegraph, informó el 28 de abril que AstraZeneca había “admitido” que su vacuna contra el COVID-19 podría causar TTS “en un aparente giro que podría allanar el camino para un pago legal de varios millones de libras” en una demanda colectiva contra la empresa por “muerte y lesiones graves en decenas de casos”. El artículo decía que la compañía no había dicho eso antes en un documento judicial. Pero la historia continuó diciendo que en marzo de 2021 se identificó un vínculo entre la vacuna y la rara afección de coagulación de la sangre, como dijimos. 

El 7 de mayo, el Telegraph informó que AstraZeneca estaba “siendo retirada en todo el mundo, meses después de que el gigante farmacéutico admitiera por primera vez en documentos judiciales que puede causar un efecto secundario raro y peligroso”. Al día siguiente, el Independent, un periódico británico en línea, publicó un artículo con el titular “AstraZeneca retira la vacuna contra el Covid en todo el mundo después de admitir que puede causar raros coágulos sanguíneos”.

Christina Pagel, profesora de investigación operativa en el University College de Londres, dijo que los titulares eran “innecesariamente aterradores” en su blog el 8 de mayo, y días después en un artículo de opinión con Sheena Cruickshank, inmunóloga de la Universidad de Manchester, en el New Statesman, una publicación del Reino Unido.

“Básicamente, la situación es la siguiente: no hay una nueva ‘prueba irrefutable’; la vacuna AZ fue una de las primeras y más baratas; salvó millones de vidas en todo el mundo; y ahora existen mejores vacunas, adaptadas a nuevas variantes”, escribieron.

Seguridad e impacto de la vacuna contra el COVID-19 de AstraZeneca 

Aunque el raro riesgo asociado con la vacuna contra el COVID-19 de AstraZeneca se informó desde el principio y era bien conocido, algunos usuarios de las redes sociales tomaron las noticias del Telegraph como una reivindicación

“Ahora lo admiten”, escribió el comentarista conservador Dan Bongino en una publicación de Facebook, enlazando a un video de Rumble titulado “AstraZeneca hace una admisión IMPACTANTE sobre COVID Vax: siempre tuvimos razón”. 

Otros utilizaron la aparente noticia para arrojar dudas sobre todas las demás vacunas contra el COVID-19. “No es sólo la Astra Zeneca”, dice una publicación de Facebook.

Alguien comentó en una publicación en Instagram: “¿Cuándo será la demanda colectiva contra el gobierno de EE. UU.?”, aunque la vacuna nunca estuvo autorizada para su uso en EE. UU. Otro comentó: “¿Cuándo Pfizer finalmente dará un paso al frente y hará lo mismo?”, aunque la vacuna contra el COVID-19 de Pfizer/BioNTech no está asociada con el TTS.

Al igual que otras vacunas contra el COVID-19 autorizadas o aprobadas para su uso, se descubrió que la vacuna contra el COVID-19 de AstraZeneca, desarrollada conjuntamente con la Universidad de Oxford, es segura y eficaz para personas mayores de 18 años en ensayos clínicos y en estudios adicionales. La eficacia de la vacuna para prevenir enfermedades sintomáticas en los ensayos clínicos fue del 74%, cifra inferior a la de sus homólogas de ARNm, a saber, las vacunas de Pfizer/BioNTech y Moderna.  

Viales de la vacuna contra el COVID-19 de AstraZeneca. Foto de Leon Neal vía Getty Images.

Después de que en 2021 se identificara el efecto secundario potencialmente mortal de los coágulos de sangre, muchos países restringieron el uso de la vacuna AstraZeneca solo para poblaciones de mayor edad. Los casos de TTS notificados fueron más prevalentes entre los menores de 50 años. 

Debido a que la vacuna de AstraZeneca era más barata y más fácil de distribuir que otras vacunas contra el COVID-19, fue una de las primeras vacunas enviadas a los países más pobres por COVAX, una iniciativa global que permitió el acceso equitativo a las vacunas contra el COVID-19. 

Desde su lanzamiento, se distribuyeron más de 3 mil millones de dosis en más de 180 países,  según una declaración de 2022 de los desarrolladores de la vacuna, y aproximadamente dos tercios de las dosis se destinaron a los países más pobres. Un análisis de 2022 realizado por Airfinity, una empresa de predicción de enfermedades, mostró que la vacuna salvó 6,3 millones de vidas entre diciembre de 2020 y diciembre de 2021. La empresa utilizó datos de un estudio realizado por científicos del Imperial College de Londres sobre el impacto global de la vacunación contra el COVID-19 durante ese año.

Vacunas en EE. UU.

Como dijimos, la vacuna contra el COVID-19 de AstraZeneca no se utilizó en EE. UU. fuera de ensayos clínicos.

Sin embargo, la vacuna contra el COVID-19 de Johnson & Johnson utiliza la misma plataforma que la vacuna AstraZeneca. Ambos utilizan un adenovirus modificado e inofensivo, un tipo de virus que normalmente causa el resfriado común, para desencadenar una respuesta inmune. La vacuna J&J recibió una autorización de uso de emergencia en febrero de 2021, pero poco después, en abril de ese año, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA, por sus siglas en inglés) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) informaron de casos de TTS luego de la administración de la vacuna y recomendaron una “pausa” en su uso. La FDA también informó de casos raros de síndrome de Guillain-Barré en julio de 2021.

La FDA limitó la autorización de la vacuna J&J a determinadas personas en mayo de 2022 y, finalmente, la vacuna se suspendió en 2023. Hasta el 7 de abril de 2022, los CDC y la FDA habían confirmado 60 casos de TTS, incluidas nueve muertes, entre más de 18,6 millones de vacunas J&J administradas. En septiembre de 2023, los CDC dijeron que el TTS después de la vacunación contra el COVID-19 de J&J “han ocurrido en aproximadamente 4 casos por millón de dosis administradas”.

Las dos primeras vacunas contra el COVID-19 autorizadas y aprobadas en EE. UU., las vacunas de Pfizer/BioNTech y de Moderna, son vacunas de ARNm. Las vacunas de ARNm contra el COVID-19 se utilizaron ampliamente en EE. UU. y ninguna de ellas se ha relacionado con el TTS. A modo de contexto, al 26 de abril de 2023, se habían administrado en el país aproximadamente 367 millones de dosis de la vacuna Pfizer/BioNTech, 232 millones de dosis de la vacuna Moderna y 19 millones de dosis de la vacuna J&J.

Se ha demostrado que ambas vacunas de ARNm son seguras, con muy poco frecuentes efectos secundarios informados, y que son efectivas en la prevención de la enfermedad grave y la muerte por COVID-19. Una estimación publicada en diciembre de 2022 sugiere que las vacunas contra el COVID-19 evitaron más de 18 millones de hospitalizaciones y 3 millones de muertes en EE. UU. 


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